Spa es el nombre de una ciudad belga, famosa por sus aguas termales. En un sentido estricto, el término spa hace referencia a un balneario de recreación y descanso, hotelería, tiendas, restaurantes y todo lo imaginable para el disfrute. Un significado menos rígido es el descrito en el diccionario Webster: “Establecimiento comercial, con gimnasio, sauna, etc”; lo de etcétera incluiría, entre otros: pesas, máquinas, modelación corporal, masajes, dietética, estética, danzas, fisioterapia, asesoría médica, deportiva y nutricional. El diccionario de La Real Academia no reconoce el vocablo spa y sólo incluye gimnasio; el polígrafo Marco Aurelio Denegri sugiere la castellanización del vocablo spa por espá.

En los últimos años asistimos al apogeo del rubro estética y cosmética a nivel mundial, panorama al que nuestra ciudad no es ajena. Basta unos minutos de caminata citadina para encontrar, muy próximo a nuestros hogares: gimnasios, salones de belleza, centros cosmiátricos, espás, etc. Cada uno de estos templos de la perfección física tienen por  misión y visión el dejarnos musculosos, desarrugados, esbeltos, bellos y felices; listos para conseguir el éxito en estos tiempos modernos. Pero, como en la vida no todo es color de rosa y no todo lo que brilla es oro, este auge del embellecimiento y eterna juventud, suele ser acompañado por una cifra cada vez mayor de complicaciones debido a la realización inadecuada de procedimientos cosméticos; situación mayormente originada en salones de belleza, centros  estéticos, espás y afines sin supervisión médico dermatológica. Otro factor importante es la utilización de productos de controvertidas eficacia y seguridad, sin garantía de fabricación o carentes de los registros sanitarios pertinentes. Las complicaciones más habituales  van desde molestias leves (manchas, irritaciones, dolor) hasta lesiones severas y en ocasiones desfigurantes (reacciones inflamatorias, cicatrices, quemaduras químicas e infecciones). Dentro de la comunidad dermatológica es conocido, entre otras complicaciones, las reacciones a sustancias utilizadas en mesoterapia (inyecciones superficiales en la piel con diversos fines, una de ellas  las llamadas  “quemagrasa”: (foto 1); sustancias de relleno para tratar arrugas o aumentar de volumen (fotos 2 y 3) ; asimetrías o deformidades faciales por aplicación inexperta de toxina botulínica(Botox); exfoliaciones químicas; inyecciones de plasma(foto 4) y  carboxiterapia (inyecciones de dióxido de carbono, a nivel de nuestra localidad hemos recibido casos de manchas, lesiones dolorosas y un caso de tuberculosis con lesiones desfigurantes en abdomen: (foto 5).
Estimado lector esperamos que esta información le sea de utilidad a la hora de decidir  pro un procedimiento estético, infórmese y asegúrese de estar siendo atendido por un dermatólogo especializado o un médico certificado. Si aún duda al respecto navegue en internet y comprobará lo antes dicho.