VARICELA Y HERPES ZÓSTER: viruela loca y culebrilla (1ra Parte)
Chernan Zapata / Médico Dermatólogo
El Virus Varicela Zóster (VVZ) es el agente infeccioso causante tanto de la varicela cuanto del herpes zóster. Estas dos virosis tienen en común la presencia de vesículas (ampollas).
La varicela es conocida como "viruela loca" por alusión y confusión con la viruela, enfermedad eruptiva ampollar que ocasionó muchas muertes, erradicada desde 1977 gracias a la vacunación. "Linda china" es una manera jocosa y a la vez sarcástica de argumentar que la erupción facial varicélica "embellece" a las mujeres.
El término popular culebrilla, usado para referirse al herpes zóster, nos recuerda la etimología (herpes: que repta o que se arrastra como lo hacen los reptiles y en particular las serpientes; zóster: cinturón o faja, pues la erupción se da en áreas focalizadas que simulan a estos atavíos).
VARICELA:
Período de incubación y contagio
El período de incubación varía de dos a tres semanas. El contagio se produce principalmente en la fase respiratoria, los dos días previos a la erupción cutánea, las lesiones dejan de ser contagiosas cuando forman costras secas.
Síntomas y características clínicas:
La presencia de algunos síntomas (tos, estornudos, secresión nasal, malestar general, cefalea, fiebre, dolor de graganta y dolor abdominal) preludian la aparición de las características ampollitas que aparecen inicialmente el la cara y que se generalizan, afectando además de la piel a las mucosas( boca y genitales). Estas lesiones son muy pruriginosas (dan mucho escozor). Las lesiones van secando hasta formar costras alrededor del décimo día.
La severidad de los síntomas y las complicaciones se relacionan con la edad y estado inmunitario del paciente, siendo mayor en: adolescentes y adultos, pacientes desnutridos o con alteraciones de la inmunidad (defensas bajas: infección por el virus del SIDA, usuarios de corticoides, pacientes de quimioterapia, diabetes, alergias cutáneas,etc).
Complicaciones :
Cutáneas (infecciones, cicatrices), respiratorias, neurológicas, reumatológicas y gastrohepáticas.
Prevención:
Por iniciarse el contagio en la fase respiratoria previa al brote cutáneo es difícil prevenir la infección, aun así se debe evitar el contacto mientras las lesiones ampollares no formen costras . Una alternativa es la vacunación, indicada en niños mayores de un año, adolecentes y personas que no hayan sufrido varicela.
Tratamiento
En los casos leves: antihistamínicos, analgésicos,antipiréticos y antipruriginosos son suficientes. Evitar el uso de paracetamol e ibuprofeno en niños por ser suceptibles a desarrollar cuadros neurológicos con afectación del hígado (Síndrome de Reye).
En los pacientes con lesiones extensas o en adolecentes y mayores, se debe utilizar antivirales específicos, las dosis son elevadas, no sorprenderse por ello.
Pronóstico: En la mayoría de pacientes evoluciona dejando sólo cicatrices como secuelas. En un pequeño grupo de pacientes el virus se "despierta" luego de algunos años, de forma localizada y dolorosa: herpes zóster, tema a ser tratado en la segunda parte de este artículo.