El peeling químico o quimioexfoliación es la aplicación de uno o más agentes exfoliantes en la piel, lo que produce destrucción de la epidermis y/o dermis con subsiguiente regeneración. La aplicación de estas técnicas produce una agresión cutánea controlada y reepitalización, lo que se manifiesta en una mejoría en el aspecto de la piel. Luego de realizado el procedimiento, dependiendo del tipo y profundidad del peeling, se torna eritematosa (rojiza), blanquecina y finalmente oscura; formando una costra o descamación fina que toma unas dos semanas en resolverse para dejar una piel de aspecto rosado, muy sensible al sol, por lo que la fotoprotección es condición indispensable para evitar la aparición de manchas.
INDICACIONES:
Acné, cicatrices y arrugas superficiales, manchas, estrías, daño solar crónico, queratosis actínicas.
COMPLICACIONES:
Para disminuir la presentación de complicaciones debe seleccionarse adecuadamente el tipo de peeling según la piel del paciente; los de pieles claras soportan peelings más agresivos, mientras que los de pieles oscuras son más propensos a mancharse por lo que recomienda peelings más superficiales.
Otras complicaciones son: infecciones, cicatrices y despigmentaciones.